lunes, 9 de febrero de 2015


Homenaje:
 

 D. Antonio  Álvarez de Juan ex delegado local del Centro Salesiano Don Bosco en Palencia.
"El Delegado vive de la virtud de la Fe". En primerísimo lugar, el Delegado es un hombre de fe, y si es de una fe grande será un buen delegado, y si es de una fe grandísima será un Delegado maravilloso. Ser Delegado significa trabajar directamente sobre el terreno de la fe, sobre uno de sus aspectos más profundos. "Me parece que la primera reacción de un salesiano cuando se lo designa como Delegado(a) es: Señor, cuánto te agradezco por haberme mandado a trabajar en este sector privilegiado de la misión salesiana, sobre el terreno de los llamados del Espíritu, de estos llamados que orientan espiritual y apostólicamente mi existencia cristiana".





















 
 
 
 
 
 

 

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