Cuando
llegaba a Jerusalén para celebrar la pascua, Jesús les pidió
a sus
discípulos traer un burrito y lo montó. Antes de entrar en
Jerusalén, la
gente tendía sus mantos por el camino y otros cortaban
ramas de árboles
alfombrando el paso, tal como acostumbraban
saludar a los reyes.
Los que
iban delante y detrás de Jesús gritaban:
"¡Bendito
el que viene en nombre
del Señor! ¡Hosanna en las alturas!"
Entró a la
ciudad de Jerusalén, que era la ciudad más importante
y la capital de su
nación, y mucha gente, niños y adultos,
lo acompañaron y recibieron como a
un rey con palmas y ramos
gritándole “hosanna” que significa “Viva”. La
gente de la ciudad
preguntaba ¿quién es éste? y les respondían: “Es el
profeta Jesús,
de Nazaret de Galilea”. Esta fue su entrada triunfal.
La
muchedumbre que lo seguía estaba formada por hombres,
mujeres y niños, cada
uno con su nombre, su ocupación, sus
cosas buenas y malas, y con el mismo
interés de seguir a Jesús.
Algunas de estas personas habían estado
presentes en los milagros
de Jesús
y habían escuchado sus parábolas. Esto
los llevó a alabarlo con palmas
en las manos cuando entró en Jerusalén.
Fueron
muchos los que siguieron a Cristo en este momento de triunfo,
pero fueron
pocos los que lo acompañaron en su pasión y muerte.
En Palencia en la Casa Salesiana DON BOSCO se celebro
Misa de el Domingo de Ramos presida nuestro Delegado:
D. Antonio
González Robles
SDB
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