martes, 26 de mayo de 2015


Triduo y Misa

 
 
 
 
Merece un

apartado especial

 la fiesta de

María Auxiliadora

 que como cada

año se celebra el

 día 24 de mayo.













Los días viernes 22, sábado 23 y domingo 24 de Mayo, tendremos el Triduo de María Auxiliadora, en el  Centro Salesiano Don Bosco en Palencia.






Preside: D. Antonio

 González Robles SDB

 Director de la Comunidad   Salesiana de la
 Villamuriel del Cerrato.



 Fieles se congregaron para recibir a la Madre como cada año, en esta ocasión con el especial telón de fondo de la celebración del Bicentenario del nacimiento de San Juan Bosco, año jubilar para la familia salesiana de todo el mundo.

  Una exaltación a cargo de D.  Antonio González Robles SDB, cargada de sentimiento y devoción que hizo que la Madre Auxiliadora bajara ante el fervor de los fieles congregados.
   Una exaltación con tres momentos diferenciados en la que el exaltador quiso en el primero de ellos presentar a María Auxiliadora como la Virgen de Don Bosco y Madre de la familia salesiana,  segundo enmarcando esta bajada en el año jubilar de celebración del bicentenario del nacimiento de San Juan  Bosco. Posteriormente, en un tercero  momento expresaba sus vivencias en la casa desde muy niño y dedicaba cariñosas palabras a la Virgen Auxiliadora como una Madre que vela y cuida por cada uno de sus hijos.












                                    






















 


lunes, 4 de mayo de 2015


1 DE MAYO 2.015

32 PEREGRINACIÓN DE PALENCIA A VILLAMURIEL

EN EL BICENTENARIO DEL NACIMIENTO DE SAN JUAN BOSCO

La Peregrinación del 1 de mayo viene precedida de una Vigilia mariana. De 10 a 11 de la noche se concentran todos los que van a acompañar a la Virgen con luces, antorchas o con su presencia para cantar, rezar, meditar, escuchar textos sobre la Virgen. El recorrido es por las calles cercanas al colegio salesiano de Villamuriel para acabar en nuestra iglesia de María Auxiliadora donde se canta la salve y se recibe la bendición de María Auxiliadora. Finaliza el acto con una chocolatada. Los niños y jóvenes del Centro Juvenil tienen un protagonismo especial en esta Vigilia mariana.
             En este marco del Bicentenario del nacimiento de San Juan Bosco, un año más, fieles a la cita del 1 de mayo,  se juntaron cientos de romeros para acompañar a Mª Auxiliadora desde la Fuente la Salud –Palencia- hasta el  colegio salesiano en Villamuriel de Cerrato. Se da la circunstancia que este año se estrenó una sencilla carroza en cuyo trono fue la Virgen rodeada de peregrinos, devotos de María Auxiliadora. Quizás por eso de llevarla en carroza la lluvia nos acompañó durante bastantes tramos del trayecto, como sucedió en la primera marcha que se hizo en aquel lejano 1 de mayo de 1984.

            Este año fue la 32 peregrinación. Como saben la mayoría aquella hermosa talla que se encuentra en la iglesia del colegio salesiano de Villamuriel, no pudo venir en una bella carroza, prestada, por causa de la lluvia. Ahora se lleva otra María Auxiliadora, más fácil de transportar y sin problemas en caso de lluvia. Esta imagen se encuentra en la Casa Salesiana de Palencia.

            Un año más los participantes en la peregrinación acompañaron, con mucho orden y buena organización   a la Virgen Auxiliadora durante todo el recorrido.

            A lo largo del camino, se rezó, se cantó, se acompañó a la Madre… y sobre todo, se vivió una experiencia de familia, de iglesia porque compartimos ideales comunes.

            La eucaristía tuvimos que tenerla en la iglesia del colegio y no fuera como suele ser porque la lluvia nos lo impidió. Nos presidió la eucaristía D. Luis Fernando Álvarez, Delegado Nacional de antiguos alumnos y salesianos cooperadores. La iglesia estaba totalmente llena de miembros de la Familia Salesiana de Villamuriel, Palencia, Astudillo, Valladolid…y muchos otros que año tras año son fieles a este encuentro mariano. La salve cantada a dos coros al final de la misa llenó el ambiente de un fervor y emoción especiales. Con la bendición de María Auxiliadora y el beso a la medalla de la Virgen dimos por finalizada la celebración en la iglesia.

            Los pinchos misioneros ayudaron a crear ambiente de familia y de solidaridad. Este año lo que se recaudó con estos pinchos fue para los damnificados del Nepal: 1.500 €. La comida en el salón de actos creó un ambiente de familia, al compartir en la mesa los exquisitos manjares llevados o adquiridos en los pinchos misioneros.

            La espontánea sobremesa, los juegos de entretenimiento animados por los jóvenes del Centro Juvenil, las numerosas partidas de cartas… prolongaron la tarde cual si tratara de un Oratorio Salesiano.

            Merece la pena seguir haciendo esta peregrinación mariana y potenciarla todo lo que se pueda. Don Bosco lo haría, y nosotros, seguidores de un soñador, también estamos dispuestos a seguir haciéndolo con la generosidad, entrega y sacrificio que toda obra buena, como ésta, lleva consigo.